“¡Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí!”
Muchos le increpaban para que se callara.
Pero el gritaba mucho más:
“¡Hijo de David, ten compasión de mí!”
Jesús se detuvo y dijo: “Llamadle.”
Llaman al ciego, diciéndole:
“¡Ánimo, levántate! Te llama.” (…)
“¿Qué quieres que te haga?”
El ciego le dijo: “Rabbuní, ¡que vea!”
Jesús le dijo: “Vete, tu fe te ha salvado.”
aMuchos le increpaban para que se callara.
Pero el gritaba mucho más:
“¡Hijo de David, ten compasión de mí!”
Jesús se detuvo y dijo: “Llamadle.”
Llaman al ciego, diciéndole:
“¡Ánimo, levántate! Te llama.” (…)
“¿Qué quieres que te haga?”
El ciego le dijo: “Rabbuní, ¡que vea!”
Jesús le dijo: “Vete, tu fe te ha salvado.”
a
del Evangelio del día (Mc 10, 46-52)
XXX DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
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