“Venid a contemplar los prodigios de vuestro Dios”. Fuimos a contemplar a Madrid en el magnifico y acogedor colegio de las Reparadoras los prodigios de nuestro Señor unas 60 familias de toda España.
Desde el primer momento hubo un ambiente de comunión y oración, de alegría por el reencuentro; y el Señor nos recordaba que somos un pueblo en marcha que debemos estar despiertos y orar, en todo momento, para que los signos de una familia cristiana: gozo, esperanza, alegría y fecundidad se hagan visibles. Para ello se nos alentaba a transformar nuestras debilidades en oportunidades.
Por la tarde visitamos una alfarería, con el lema: “Yo hago nuevas todas las cosas”, en ella vimos y escuchamos las maravillas que realiza entre nosotros el alfarero, nuestro Señor. Después éramos llamados a ser montes elevados donde se proclama el evangelio, debiendo transformarnos desde dentro con la oración, con la oración en familia, que cultiva nuestro campo, para hacerlo fértil, para transformarnos en familias evangelizadoras desde el testimonio de vida, desde la vivencia del perdón, el don del espos@ y de los hijos.
Terminábamos el encuentro con una carta del obispo de Mondoñedo en la que nos animaba a no ser familias durmientes, sino verdaderas familias invencibles en Jesucristo nuestro Señor. Desde aquí os invitamos al próximo encuentro de familias, que se celebrará en Mérida el día 1,2 y 3 de Mayo, con el lema: “Familia ponte en marcha”, somos llamados a transfigurarnos para ser imágenes resplandecientes de Cristo. No lo olvidéis “Poneos en marcha para no dormiros”.
Desde el primer momento hubo un ambiente de comunión y oración, de alegría por el reencuentro; y el Señor nos recordaba que somos un pueblo en marcha que debemos estar despiertos y orar, en todo momento, para que los signos de una familia cristiana: gozo, esperanza, alegría y fecundidad se hagan visibles. Para ello se nos alentaba a transformar nuestras debilidades en oportunidades.
Por la tarde visitamos una alfarería, con el lema: “Yo hago nuevas todas las cosas”, en ella vimos y escuchamos las maravillas que realiza entre nosotros el alfarero, nuestro Señor. Después éramos llamados a ser montes elevados donde se proclama el evangelio, debiendo transformarnos desde dentro con la oración, con la oración en familia, que cultiva nuestro campo, para hacerlo fértil, para transformarnos en familias evangelizadoras desde el testimonio de vida, desde la vivencia del perdón, el don del espos@ y de los hijos.
Terminábamos el encuentro con una carta del obispo de Mondoñedo en la que nos animaba a no ser familias durmientes, sino verdaderas familias invencibles en Jesucristo nuestro Señor. Desde aquí os invitamos al próximo encuentro de familias, que se celebrará en Mérida el día 1,2 y 3 de Mayo, con el lema: “Familia ponte en marcha”, somos llamados a transfigurarnos para ser imágenes resplandecientes de Cristo. No lo olvidéis “Poneos en marcha para no dormiros”.
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