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En nombre de Familias Invencibles interviene la familia Pérez Sánchez: José Antonio y Rosa (padres), Javier (hijo), Ana (sobrina) y los abuelos Pepe, Angelita y Pelayo.
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Apóstol Santiago:
Un Año Santo más, las Familias Invencibles venimos ante ti, de todos los puntos de España, para hacernos acreedores de las gracias que el Señor concede a los que elegimos esta peregrinación como medio de acercarnos más a ti y, sobre todo, a Aquel que es nuestro Amado.
Queremos agradecerte, Apóstol Santiago, el que un día dejaste todo dando un sí como respuesta a la llamada que te hizo Jesús. Un sí rotundo que incluso te llevó a dar la vida por tu amigo Jesús. Un sí, que te trajo a estas tierras en las que nos encontramos ahora a proclamar la Buena Nueva y que transmitida de generación en generación, después de tantos años, ha llegado a nosotros y ha arraigado en nuestros corazones.
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La historia de nuestra fe cuenta que tú fuiste amigo predilecto de Jesús. También nos cuenta que compartiste con Él momentos de alegría y felicidad y momentos de sufrimiento, tristeza y de aparente derrota. Y eso precisamente te ayudó a fortalecer tu fe en Cristo. Tu Cristo, que es también el nuestro.
Nuestra vida es también así, con altibajos. Después de tantos años de vida que el Señor nos ha regalado, hemos podido experimentar cómo el camino a veces parece intransitable, pasando por momentos en los que queríamos abandonar.
Apóstol Santiago, ayúdanos a perseverar en este camino de la fe. La fraternidad que formamos, Familias Invencibles, queremos seguir tu ejemplo. Hemos dicho sí a la llamada del Señor y le hemos acogido en nuestras familias. Por eso nos sentimos y somos familias invencibles.
A pesar de los tiempos difíciles que vivimos y de todas las tentaciones que se nos presentan cada día, hemos tomado la decisión de seguir los pasos de Jesús, por eso pedimos tu ayuda para que nos dé fuerzas y seamos valientes para proclamar que solo hay un Señor y que es Señor de nuestras vidas.
Presentamos en esta Santa Eucaristía que estamos celebrando, a todas las familias del mundo, pero muy especialmente a las que pasan por momentos de sufrimiento o dificultad. Ayúdalas, Apóstol Santiago, para que no se dejen tentar por las propuestas del mundo y descubran la gracia de dejarse amar por Jesús y seguirle contra todo viento y marea, y que todos juntos lleguemos a disfrutar aquí y ahora, en nuestras familias, la alegría de haber descubierto esa “Perla Preciosa” que es tener a Jesús como nuestro amigo.
En nombre de Familias Invencibles interviene la familia Pérez Sánchez: José Antonio y Rosa (padres), Javier (hijo), Ana (sobrina) y los abuelos Pepe, Angelita y Pelayo.
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Apóstol Santiago:
Un Año Santo más, las Familias Invencibles venimos ante ti, de todos los puntos de España, para hacernos acreedores de las gracias que el Señor concede a los que elegimos esta peregrinación como medio de acercarnos más a ti y, sobre todo, a Aquel que es nuestro Amado.
Queremos agradecerte, Apóstol Santiago, el que un día dejaste todo dando un sí como respuesta a la llamada que te hizo Jesús. Un sí rotundo que incluso te llevó a dar la vida por tu amigo Jesús. Un sí, que te trajo a estas tierras en las que nos encontramos ahora a proclamar la Buena Nueva y que transmitida de generación en generación, después de tantos años, ha llegado a nosotros y ha arraigado en nuestros corazones.
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La historia de nuestra fe cuenta que tú fuiste amigo predilecto de Jesús. También nos cuenta que compartiste con Él momentos de alegría y felicidad y momentos de sufrimiento, tristeza y de aparente derrota. Y eso precisamente te ayudó a fortalecer tu fe en Cristo. Tu Cristo, que es también el nuestro.
Nuestra vida es también así, con altibajos. Después de tantos años de vida que el Señor nos ha regalado, hemos podido experimentar cómo el camino a veces parece intransitable, pasando por momentos en los que queríamos abandonar.
Apóstol Santiago, ayúdanos a perseverar en este camino de la fe. La fraternidad que formamos, Familias Invencibles, queremos seguir tu ejemplo. Hemos dicho sí a la llamada del Señor y le hemos acogido en nuestras familias. Por eso nos sentimos y somos familias invencibles.
A pesar de los tiempos difíciles que vivimos y de todas las tentaciones que se nos presentan cada día, hemos tomado la decisión de seguir los pasos de Jesús, por eso pedimos tu ayuda para que nos dé fuerzas y seamos valientes para proclamar que solo hay un Señor y que es Señor de nuestras vidas.
Presentamos en esta Santa Eucaristía que estamos celebrando, a todas las familias del mundo, pero muy especialmente a las que pasan por momentos de sufrimiento o dificultad. Ayúdalas, Apóstol Santiago, para que no se dejen tentar por las propuestas del mundo y descubran la gracia de dejarse amar por Jesús y seguirle contra todo viento y marea, y que todos juntos lleguemos a disfrutar aquí y ahora, en nuestras familias, la alegría de haber descubierto esa “Perla Preciosa” que es tener a Jesús como nuestro amigo.
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