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Soy Estela.
Esta vez he querido ser yo quién se dirija a vosotros con la ayuda de Natalia. Es que esto de la informática no acaba de quedarme muy claro, y siempre que me pongo a dibujar con ella, cosa que me fascina sobremanera, no sé por qué, la lío alguna…
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Pero vamos, nada más lejos de mis intenciones.
El caso es que ya soy un bebé de 7 meses y medio, y casi 9 kg. Ya triplico mi peso inicial!!! Y me veo monísima con mis lorcitas y mis mofletitos, así que no entiendo a la gente que quiere adelgazar. Dicen en casa que con lo bien que como y duermo, es normal. Lo que dicen que no es muy normal es que no tenga ni un solo diente, aunque me van a empezar a salir dentro de poco. No sé lo que son, nunca he tenido uno, y me paso mucho rato embelesada mirándome las manos, a ver si me sale alguno ahí de casualidad, pero nada. Aunque a veces me desconcentro por el dolor de boca, no sé si tendrá algo que ver…
Otro de mis progresos es que ya he aprendido a decir algunas cositas como ma-ma, pa-pa, ta-ta, ba-ba, opa, ola… En realidad no sé lo que significa, pero he observado que cuando digo ma-ma, Natalia siempre aparece o me mira, y se pone muy contenta. Así que he llegado a la conclusión de que también debo llamarla mamá, que la gusta mucho. Si es que la tengo en el bote…
Os aviso que dentro de nada voy a empezar a gatear. Bueno, confesaré que ya sé hacerlo, pero no lo hago porque he oído decir a los mayores que cuando empiece a gatear se va a armar la Marimorena. Como eso suena bastante inquietante y soy un bebé precavido, disimulo mi habilidad gateando hacia atrás y torpemente. Y se lo han creído, pero cuando no me vean…
Lo que no acabo de entender es que, así sin más, la gente viene y me aprieta los mofletes, me besan estrujándome la cara, me cogen la nariz entre dos dedos ¡y luego no me la devuelven! Pero yo soy un bebé paciente y comprensivo, y sé que les hace ilusión, así que les echo una sonrisa, y al bote. Además, después me suelen dar un chupa-chups, ¡con lo que me gustan! Pero… un momento, si me los dan a mí, ¿por qué se los come mi mamá?
Bueno, acabo de recordar que tengo un asunto importante que tratar con Natalia.
El caso es que ya soy un bebé de 7 meses y medio, y casi 9 kg. Ya triplico mi peso inicial!!! Y me veo monísima con mis lorcitas y mis mofletitos, así que no entiendo a la gente que quiere adelgazar. Dicen en casa que con lo bien que como y duermo, es normal. Lo que dicen que no es muy normal es que no tenga ni un solo diente, aunque me van a empezar a salir dentro de poco. No sé lo que son, nunca he tenido uno, y me paso mucho rato embelesada mirándome las manos, a ver si me sale alguno ahí de casualidad, pero nada. Aunque a veces me desconcentro por el dolor de boca, no sé si tendrá algo que ver…
Otro de mis progresos es que ya he aprendido a decir algunas cositas como ma-ma, pa-pa, ta-ta, ba-ba, opa, ola… En realidad no sé lo que significa, pero he observado que cuando digo ma-ma, Natalia siempre aparece o me mira, y se pone muy contenta. Así que he llegado a la conclusión de que también debo llamarla mamá, que la gusta mucho. Si es que la tengo en el bote…
Os aviso que dentro de nada voy a empezar a gatear. Bueno, confesaré que ya sé hacerlo, pero no lo hago porque he oído decir a los mayores que cuando empiece a gatear se va a armar la Marimorena. Como eso suena bastante inquietante y soy un bebé precavido, disimulo mi habilidad gateando hacia atrás y torpemente. Y se lo han creído, pero cuando no me vean…
Lo que no acabo de entender es que, así sin más, la gente viene y me aprieta los mofletes, me besan estrujándome la cara, me cogen la nariz entre dos dedos ¡y luego no me la devuelven! Pero yo soy un bebé paciente y comprensivo, y sé que les hace ilusión, así que les echo una sonrisa, y al bote. Además, después me suelen dar un chupa-chups, ¡con lo que me gustan! Pero… un momento, si me los dan a mí, ¿por qué se los come mi mamá?
Bueno, acabo de recordar que tengo un asunto importante que tratar con Natalia.
Os mandamos un beso muy grande y nuestros mejores deseos
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